La obsesión por la perfección forma parte del ADN de la sociedad japonesa. En el país del sol naciente el secreto del éxito reside en escoger una sola cosa, aprender a hacerla como nadie y comprometerte a seguir haciéndola así toda la vida. Es decir, alcanzar la perfección una y otra vez. Esto se ve reflejado en el espirítu Shokunin.
El término “Shokunin” se traduce literalmente al español como “artesano”, pero no expresa su significado más profundo. Shokunin se podría definir como una persona que vive enamorada de su oficio, un apasionado en adquirir habilidades técnicas para convertirse en el maestro de su área.
Es necesario ser el especialista, el mejor de tu área. Por ejemplo, ser el mejor en filetear un tipo de pescado, ser el mejor en fabricar cuchillos o ser el mejor en crear cerámicas. Es alcanzar la perfección a través de toda una vida dedicada de trabajo.
Además el Shokunin tiene la obligación moral de trabajar y dar lo mejor a la sociedad. No necesitan reconocimientos o dinero, lo que desean es honor y respeto hacia su profesión.
Japón es un país que tiene mucho, muchisímo que enseñarnos.

Jiro Ono simboliza el espirítu del Shokunin. A sus 93 años ha dedicado su vida entera a preparar el mejor sushi de Japón.
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