En Japón antes de realizar la fiesta de Fin de Año Oshogatsu, se organiza un intenso ritual de limpieza con el fin de recibir un nuevo año lleno de energía positiva, a este ritual se le conoce como “osoji”.
El 28 de diciembre los nipones limpian a conciencia todos los espacios de su casa, en especial a aquellos que no se les presta la suficiente atención en el día a día como muebles, rincones, lámparas, cajones, techos, etc.

Pero el osoji va más allá y también incluye darle un vistazo a la ropa que no usamos o no nos gusta; revisar documentos y facturas pendientes por pagar; guardar correctamente fotografías; checar que las medicinas del botiquín se encuentren vigentes; que la alacena no tenga productos caducados; limpiar la bolsa o billetera de cosas con las que se están cargando pero ya no se necesitan, por ejemplo tickets de compras o vouchers viejos; entre otras actividades.

El osoji no sólo se trata de retirar la mugre y limpiar a conciencia un lugar, sino también el de aclarar y alinear la estructura de nuestro mundo interior, ya que la relación existente con el exterior refleja nuestro interior. Es un método para transformar un espacio y alcanzar una especie de paz con uno mismo.
Al liberar la casa o nuestra área de trabajo de la suciedad y de objetos inútiles o que simplemente no nos aportan algo positivo en nuestra vida, es como si se aligerara nuestra carga, y de esta manera se pueda comenzar el año nuevo de una forma más purificada, más en paz con nosotros mismos y con el mundo.

A través de este ejercicio de limpieza recibamos el 2021 con la mejor actitud y armonía.
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Imágenes: Pixabay